También el infierno se congela
Hoy seré breve (para variar). No es que no tenga mucho que contar, es que estoy bastante cansado. He aguantado lo justo para ver el capítulo de esta semana de PERDIDOS (parece que empieza lo bueno) y para obligarme a soltar un nuevo...... chof (si, esa es la palabra que le corresponde esta semana) en este blog.
Pues bien, al final no fui a Telde. A mitad de semana, mi plan alternativo ganó la votación en la asamblea extraordinaria de mis neuronas y desde el Viernes cogí las maletas y regresé al "infierno".
Ha sido genial poder desconectar de todo. Es una tontería pero tan solo variar el recorrido que haces con el coche todos los días ayuda.
Estos 3 días han dado para mucho. A pesar de la calima he ido a la playa (hay que aprovechar que luego con lo del tatuaje tendré que vivir como Gollum par de semanas), me ha dado tiempo de ver alguna peli nueva, me han ayudado a ampliar mi cultura musical y han servido para confirmar que en el apartamento duermo muy mal. No se si es la almohada, el colchón o la criatura que vive oculta en la habitación, pero no hay forma de evitar que me despierte 10 veces por la noche. Es increíble, y solo me pasa en el apartamento!!!!
Creo que pronto repetiré, ya veremos (sigo sin querer hacer planes). Ahora se que puedo ir, si no tranquilamente, al menos con un factor de protección algo más bajo. Puede que fuera porque fui con otra actitud, porque no dejé de beber Fanta (ay!, los viejos hábitos!), puede que porque fui con otra persona o simplemente porque tuve el ventilador todo el tiempo encendido.... el caso es que el infierno, mi infierno, ya no quema tanto.
Una frase: "La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza", Charles Baudelaire.
Escuchando: "Instrucciones para salvar el odio eternamente", Ismael Serrano
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