sábado, 28 de marzo de 2009

La maldición de Sísifo

Según la mitología griega, Sísifo era el más sabio y astuto de los mortales. Usando ambas virtudes desafió y engañó a los dioses, e incluso a la propia muerte, y se ganó la ira de los mismos. En lucha tan desigual, Sísifo finalmente fue derrotado y como castigo, fue condenado por toda la eternidad a empujar hasta la cima de una montaña una roca que, al llegar al punto más elevado, volvía a rodar hasta el pie de la misma....

(El infierno es repetición......)

Lo triste de esta historia no es la condena a la que lo someten los dioses. Si este mito es trágico, lo es porque su protagonista tiene conciencia en todo momento de su castigo..... ¿de qué serviría la condena si a cada paso le sostuviera la esperanza de conseguir su propósito?.

(El infierno es no tener esperanza......)


No soy Sísifo. No me considero sabio ni astuto. Tengo bastantes problemas con eso de la obediencia a la autoridad (sobretodo a la autoridad sin sentido ni lógica) debido a mi carácter rebelde y mis ganas de ir contra el rebaño, pero mis desafíos a los dioses se reducen a las veces que le plantaba cara a los profesores en el instituto o la universidad cuando abusaban de su autoridad, y hoy en día, a rebatirle a mi jefe cada decisión que veo absurda o falta de ética.

Aún sin considerarme creyente, si creo que hay algo que escapa a nuestro entendimiento y está por encima nuestro. Que dispone las piezas y juega con ellas como si de una larga partida de ajedrez se tratase. Cada movimiento es parte de un plan maestro y todo tiene su razón de ser (el viejo y olvidado KA ha vuelto, queridos lectores constantes).
.......No se que es lo que he hecho, ni siquiera se si he hecho algo o es solo que ésta es la parte que me toca en el "maravilloso" plan maestro. Pero el caso es que a alguien he tenido que cabrear ahí arriba..... (o ahí abajo, nunca se sabe).
Como lo de la roca de Sísifo está un poco desfasado y parece que la moda retro está pegando fuerte lo explicaré con algo un poco más.... "moderno".

Mi vida es una eterna partida al juego de la oca....

Siempre comienzas igual y pronto empiezas a andar. Al principio despacio pero luego vas cogiendo velocidad cuando caes en las ocas. Si tienes suerte puede que pegues un gran avance desde el principio cayendo en el puente. Durante el camino es muy posible que veas frenado tu avance en la posada, el pozo, el laberinto o incluso la cárcel, pero aún así siempre miras hacia adelante, sólo te retrasan. Cuando mas te confías ahí están los dados que, unas veces te hacen avanzar y otras retroceder, y cuando crees que lo peor ha pasado y saboreas la victoria..... caes en la muerte y vuelta a empezar.

Hoy he vuelto a caer en la muerte.

Se que no soy Sísifo, pero comparto con él algo peor que el castigo.... la conciencia de dicho "castigo".

(El infierno es repetición......)

(El infierno es no tener esperanza......)


Una frase: "El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta", Federico García Lorca
Escuchando: "Uptight", Green Day

jueves, 26 de marzo de 2009

El chimpancé que olvidó como trepar a los árboles

Tao tenía hambre, llevaba mucho tiempo sin comer. Se encontraba parado mirando un árbol que había encontrado en su deambular por la sabana.
Era siempre el mismo ritual: caminaba sin rumbo concreto, encontraba un árbol y se detenía a mirarlo tratando de decidir que hacer a continuación.

Lo examinó detenidamente. Era alto y el duro clima de la sabana parecía que no había hecho mella en él. Ramas verdes y frondosas se extendían por las 3/4 partes de su ancho tronco. De forma inconsciente empezó a salivar imaginando cualquier clase de fruto que pudiera haber en aquella tupida red verde. Tao sacudió la cabeza y, molesto consigo mismo, se sentó tratando de calmarse, no podía dejar que el hambre nublara sus pensamientos.....

.....Siempre había sido de los chimpancés más valientes del grupo. Incluso en las épocas de mayor escasez se ofrecía voluntario para recolectar alimentos. Estos a veces se hallaban en lugares dificilmente accesibles para la mayoría de la manada y él era el que se encargaba de trepar a los riscos más escarpados y a los árboles más altos. Nunca se cansaba. Si a lo largo de una jornada de subir a una veintena de árboles no se encontraba nada, él era el primero en levantarse para intentarlo al día siguiente. "La selva es grande y hay comida para todos, solo tenemos que levantarnos e ir a buscarla", repetía constantemente para dar ánimos al resto.

Pero un día sucedió lo peor... Durante una noche de tormenta un rayo cayó e incendió un grupo de árboles. El viento soplaba muy fuerte y en pocos instantes la selva entera estaba en llamas. Todos los animales trataban de huir y aunque la mayoría logró escapar muchos murieron en aquel infierno.

Cuando la noche acabó, Tao se encontró solo. A lo lejos podía divisar pequeños grupos de animales que caminaban lentamente alejándose de las negras columnas de humo que marcaban lo que antes había sido su hogar. Estaba fatigado. Durante la huida de la noche no se había dado cuenta pero ahora sentía hambre. Miró alrededor tratando de encontrar algún árbol al que subirse para buscar algo de comida pero no vio ninguno.

Durante días caminó y caminó. A menudo encontraba algún árbol y rápidamente trepaba por sus ramas.... pero siempre lo encontraba vacío. Era evidente que otro animal había pasado por allí y no había dejado nada. Transcurrieron las semanas y Tao estaba cada vez más débil. Un día divisó un pequeño grupo de árboles y con las pocas fuerzas que le quedaban corrió hacia ellos. Cuando llegó, exhausto se acercó al que parecía más grande y verde. "Si, aquí debe de haber comida" pensó. Pero tan débil estaba qué cayó inconsciente a los pies del árbol....

....Se despertó sobresaltado. Miró alrededor instintivamente buscando algún animal que hubiera aprovechado la oportunidad para robarle aquel hallazgo... Seguía solo a los pies del árbol.... salvo por un detalle: a su lado había un enorme racimo de plátanos. Sin dudar un instante empezó a comérselos uno tras otro. Cuando hubo saciado su apetito volvió a mirar hacia arriba "debe de haberse caído de alguna rama, seguro", concluyó. Con el estómago lleno empezó a tener sueño y se acurrucó para dormir una pequeña siesta apoyado en el tronco.
Tras el sueño reparador comprobó sorprendido que un nuevo racimo de plátanos estaba a su lado y no sólo eso... un mango enorme también!. "Vaya, creo que este puede ser un buen sitio para instalarse" decidió Tao.

El tiempo pasó y diariamente la comida caía de la copa de aquel árbol que parecía inagotable: plátanos, mangos, naranjas, peras, manzanas.... Todos los frutos imaginables parecían crecer entre aquellas ramas mágicas. Tao era feliz. Apenas le importaba que varios gorilas y orangutanes se hubieran instalado en algunos árboles cercanos de aquel bosquecillo....
Hasta que una mañana Tao se despertó y no encontró fruta a los pies del árbol. Esperó y esperó pero nada cayó. Decidido a averiguar que ocurría se dispuso a trepar a aquellas ramas y al intentarlo.... se dio cuenta de que no podía.
Se había acostumbrado tanto a que la comida cayera de lo alto del árbol que había olvidado como subirse a ellos. Gritó enfurecido y desesperado pero la fruta no caía. Sollozando por la impotencia decidió esperar unos días más creyendo que solo era cuestión de tiempo que la fruta volviera a caer.

Pero aquello nunca llegó a ocurrir y Tao se vio obligado a abandonar aquél que durante tanto tiempo había sido su hogar.
Durante los días siguientes Tao encontró varios árboles y en todos ellos esperó pacientemente con la esperanza de que al menos una pequeña pera cayera de entre sus ramas..... nada. No hubo de pasar mucho tiempo para que Tao comprendiera que aquello era algo que solo su, cada vez mas lejano, árbol mágico era capaz de hacer.
Ante aquello, hizo lo único que podía hacer: aprender de nuevo a trepar. Al principio era frustrante porque debido a su falta de práctica era muy lento y siempre algún gorila o incluso otros chimpancés se le adelantaban y le arrebataban la comida que se encontraba en las alturas, pero con el tiempo mejoró. No tenía la agilidad ni la confianza del principio pero al menos conseguía llegar a las copas aunque terminase agotado.
Sin embargo, todo lo que conseguía eran pequeños bocados que no cubrían sus necesidades.

Mientras el tiempo pasaba y seguía andando, se adentró en una sabana y los árboles empezaron a escasear. Y cada vez que encontraba uno, al subir, se lo encontraba vacío. Con el paso de los días, Tao empezó de nuevo a debilitarse. Subía a todos los que encontraba y le parecían frondosos... pero en ellos no había comida y era consciente de que cada vez que lo intentaba y no conseguía alimento se debilitaba aún más.
Así pues, llegó a un punto en el que, cada vez que encontraba un árbol, lo examinaba bien antes de decidir si merecía la pena subir o no, puesto que era muy arriesgado. Además, en el fondo, aún albergaba la esperanza de volver a ver caer la fruta.... En muchas ocasiones, mientras se decidía, se le adelantaban y cuando le llegaban los gritos de triunfo desde lo alto se marchaba cabizbajo reanudando su búsqueda, lamentándose por su indecisión......

..........
Tao dio un respingo. Se había vuelto a quedar adormilado pensando. Se reprendió a si mismo, convencido de que una vez más se le habrían adelantado. Pero esta vez no había sido así. Un pequeño rayo de confianza le llevó a levantarse e ir decidido a trepar por el tronco.... pero a medio camino se paró, "y si.....?". Tao se dio la vuelta y volvió a sentarse frente al árbol sacudiendo la cabeza..............

Una frase: "Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar", Paulo Coelho
Escuchando: "The fool on the hill", The Beatles

domingo, 15 de marzo de 2009

Potaje narrativo a 30 grados centígrados

Semana rara, espesa (y no solo por la calima).....

Ya me pasó al poco de empezar el blog la primera vez. Después de unas primeras semanas con ganas de escribir y contar cosas, las ideas se han ido esfumando y el... "interés" por mantener Las Tierras Baldías ha ido desapareciendo. No se, a veces se me pasa por la cabeza algo y pienso: "tengo que hablar de ello en el blog".... pero la realidad es que cuando me pongo delante del ordenador se me quitan las ganas..... en fin, esperemos que sea porque a los gusanos no les sienta bien el calor y no por..... otros motivos.

La euforia carnavalera se ha ido disipando poco a poco (y eso que aún me queda el día grande en Playa del Inglés) dejando tras de si un pequeño bajón anímico.
No estoy mal, para nada. Creo que es algo normal después de todo. Es como si hubiera estado conduciendo por una autopista a 120 y de repente hubiera entrado en una zona urbana y no pudiera pasar de 50.... lo notas.

Lo que ocurre es que además de haber dejado atrás el balsámico mes de Febrero se me han juntado algunas cosillas durante esta calurosa semana....

El curro: las cosas están muy jodidas. Empiezan los despidos otra vez y uno empieza a verle las orejas al lobo. De acuerdo, no es el trabajo de mi vida, pero es un trabajo... y tal y como esta el tema laboral no puedes permitirte el lujo de perderlo.
El clima (otra vez): horrible el calor que hace en el sur, insoportable de verdad. En la playa no se puede estar a no ser que estés todo el tiempo dentro del agua.... Y con la tierra que hay como que tampoco se apetece. Con el tiempo así uno sólo quiere tumbarse en el sofá con el ventilador cerca.
PERDIDOS: ...pues si. Esta semana no ha habido episodio en USA y me he quedado sin mi dosis (y la verdad, lo noto).
Cansancio: estoy durmiendo poco y mal. Una vez más el calor tiene la culpa.

Todo ello ha hecho que olvide un poco la palabra "actitud" como objetivo prioritario de este 2009.
Pero como dije, para nada estoy mal. De hecho, no todo ha sido "malo".

Kenzo: ya lo tengo de vuelta tras su mes de vacaciones con sus primas. La verdad es que en mal momento ha llegado, está el pobre derrotado con el calor....
Richi: ....mi gran amigo Richi. Resulta que, casualidades de la vida, ha acabado trabajando en Arguineguín y gracias a eso podemos vernos más a menudo.
Vacaciones: me queda aproximadamente un mes para salir (las necesito urgentemente). Estoy dudando si irme de viaje o no. Le he cogido el gustillo a eso de cumplir años alejado de todo pero.... no se si este año me lo voy a poder permitir.

En fin, voy a tumbarme delante del ventilador un rato (estoy chorreando a las 11:00 de la noche) a ver si se me aclaran las ideas porque con este calor no doy para más.

Buena semana a todos!

Una frase: "Millones de seres suspiran por la inmortalidad y no saben que hacer una tarde de domingo lluvioso", Susan Ertz
Escuchando: "Canción de invierno", M-Clan

sábado, 7 de marzo de 2009

El sueño de una noche de verano

Una de las consecuencias que tiene trabajar donde trabajo es que, tarde o temprano, acabas encontrándote con (casi) todo el mundo: profesores, antiguos compañeros de colegio, amigos que hace años que no ves, vecinos de cuando vivías en otro sitio, .... y si, ex-novias también.

Esto último me pasó ayer. Me encontré con mi primera novia!! (al menos la primera seria). Me estaban dando unos golpecitos en el pie y cuando levanté la cabeza... ahí estaba. 14 años sin vernos, casi la mitad de mi vida (con decir que está casada y ya tiene 2 hijos....). Hablamos muy poco (no están las cosas como para escaquearse mucho en el trabajo) pero fue muy agradable.

Cuando se fue, empecé a acordarme de aquel verano (por qué los grandes amores empiezan siempre en verano?). De como me sentía el día después de aquel primer beso.
Era Lunes. La había conocido ese fin de semana en unos apartamentos donde estaban unas primas mías y para mi aquel Lunes era muy diferente. Recuerdo que me habían quedado algunas para Septiembre y estaba yendo al típico cursillo de recuperación. Por aquel entonces vivía en Las Palmas y el coger la guagua era algo tan vital como el respirar. Salí de mi casa y camino a la parada (15 años, 8 de la mañana, Julio y camino de clases de recuperación... hay plan peor?) era la persona más feliz del mundo. Ya en la guagua (lo pienso y me siento estúpido) me acuerdo que pensaba: "toda esta gente lo nota, seguro. Sabe que tengo novia y me ve feliz"....... benditos 15 años.

Me acordé también de las semanas siguientes, esperando su llamada y que llegara el fin de semana para irme de gorrón al apartamento de mis primas y estar con ella (y eso que vivíamos cerca en Las Palmas y nos veíamos practicamente todos los días). Estar juntos una tarde o hablar por teléfono 1 hora (pobres padres sin las ofertas de hoy en día...) bastaban para hacerle creer a uno que en la vida no podía haber nada que le hiciera sentirse mejor...

El verano acabó y poco después aquel primer amor. Me dolió, pero el tiempo pasó y la pequeña herida se fue curando poco a poco mientras vivía otras situaciones con los amigos (que también le hacían pensar a uno que nada te podía hacer más feliz...), conocía a otras chicas... hasta que todo aquel verano pasó a formar parte de ese grupo de recuerdos inconscientes.

Aún conservo una foto de ella (una de esas de carné que solíamos intercambiarnos de pequeños antes de la llegada de la era digital) y lo que es más importante: el recuerdo de las sensaciones de aquel verano.
No hace mucho lo comentaba con alguien, que una de las cosas que mas echaba de menos de tener novia, después de estos 2 años, era el sentir ese tipo de cosas: el hormigueo del principio, la ilusión por esa llamada, ese beso, esas conversaciones que parecen no tener fin, esos fines de semana en los que parece detenerse el tiempo,...

Con 30 años (31 a la vuelta de la esquina) y bastantes tiritas en el corazón uno se pregunta si todo eso sigue siendo posible. Si realmente se puede seguir teniendo fe en que esas sensaciones volverán algún día o son simplemente fruto de un lejano sueño de una noche de verano.

Una frase: "El amor es el regocijo por la sola existencia del otro", Jorge Bucay
Escuchando: "In these arms", Bon Jovi